22.9.07

"De boliche en boliche"

El ser humano no es uno solo.

¿No se entendió no?

A ver... No conozco persona ( y soy el primero en incluirme en esta maxima) que no tenga un comportamiento definido, dependiendo de en que lugar y con que gente este rodeada.
¿Sigue sin entender?

Pongamos este caso.

Ud. tiene un compañero de trabajo. Este llega a la mañana con su ceño fruncido. Nunca intercambió mas que un par de conversaciones con el. Parece parco. Otros compañeros le juegan bromas pero el parece carente de todo sentido del humor. Tiene aspecto responsable, fatigado. Ese aire de persona bajo control, quizas un poco narcisista, a la cual recurriríamos si necesitamos alguna tarea que requiera de una estricta supervisión, pero jamas le confiaríamos nuestros seretos de alcoba.
Cuando a ud. le pregunten, como es su compañero de trabajo, responderá estos epítetos, y quizas les agregará algunos gestos de desagrado.

Pues bien, esa misma persona que ud. considera de esa manera, y solo de esa manera, tiene un amigo, con el que se ríe de las trivialidades mas absurdas.
Esa misma persona, mira con ojos enternecidos y suspira por esa mina que no lo registra.
Se huele la ingle a la mañana antes de bañarse.
Abraza a su madre; tiene orgasmos e insulta en la cama.
Baila desenfrenadamente cuando escucha "Jijijí" de Los Redondos.

Y si no le alcanza con este ejemplo imaginario, pongase ud. mismo por caso. ¿No es usted, dependiendo como se sienta en el lugar o con las personas que esté, timido, valiente, conciso, poeta, presumido, arrogante, melancolico, tajante, simple, complicado?
Ud. es el único que conoce todas estas distintas facetas, estos personajes sociales que uno va vistiendo para protegerse o simplemente para divertirse; el único que conoce todas estas partes fragmentadas de uno mismo.

La vida tiene una unica verdad inobjetable. Es subjetiva, un camino propio. Lleno de acompañantes taciturnos y hasta inclusive amores de por vida, pero es un trayecto que unicamente puede uno transitar.
Esa misma subjetividad que nos hace sonreir, llorar, gritar, coger, cagar, mutilarnos el deseo, tomar te de durazno o que no nos guste el queso, es la prueba mas evidente de que somos presos y guardiacarceles de una soledad inobjetable.
Y me detengo un segundo en eso. Tiene mala prensa la palabra soledad, pero no hay nada mas necesario que saber estar solo. Precisamente porque por mas rodeados que estemos de personas, somos todos, acompañantes de nosotros mismos.

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