2.11.08

"Sincericidios"

¿Que empetrolado y oscuro submundo hay detras de los silencios de los otros?
¿Que oculta el extraño detras de su sonrisa afable?
¿Hasta que numero cuenta el miedoso antes de explotarle un beso en la cara a su enamorada?
¿Hasta 4 alcanza?

Corrupto de miedo y de desencanto, uno va armando colecciones infinitas de disfraces aceptables. Va limando su dramática melancolía hasta afinarla, rehacerla y convertirla en meloso trago de vino y jazz atemporal.
Su desesperado desasosiego se ablanda hasta ser solida desesperanza.
El romantico empedernido se rencarna en frio maniquí de vidriera.

Otras bondades y verdades estan mejor vistas.
La ironía. La templanza. El caracter. Hasta la embriaguez de la ira es mejor considerada que la lagrima.
La timidez se arropa con resuelta confianza. Los dolores y las marcas con indiferencia y hasta arrogancia.

Hasta que nos llega el otoño. Y en una tarde un poco descuidada, como hojas, se nos caen las defensas. No se sabe si es el otro el que ha sabido derrumbarlas, o ha sido uno que, con los tendones vencidos, sediento de abrazos y de olvido soltó las riendas y cedió el sincericidio.

Y entonces, dos ojos pardos clavan sus aguijones. Y uno se siente un bebé en una canasta.
Aterrado, pero libre. Borracho de vertigo. Preso en su propio cuerpo. Diminuto ante esos ojos que todo juzgan y a la vez manso ante la adrenalina de lo inevitable.

Y entonces, todo queda librado al peligroso azar del otro. A ese ajeno que se nos hace incontrolable. Pero si ese también se pierde en la aventura del sincericidio, conocerse, es una primavera digna de añorarse.

9 opinaron al respecto:

carmela dijo...

Me encantó este. me gustó mucho mucho.


Yo prefiero la lagrima a la ira.
Me gustó esto: "todo queda librado al peligroso azar del otro." En cualquier relación pasa eso.

y todos nos relacionamos.

y contar hasta cuatro es muy poco.

y a todos nos gusta conocerse (y nos cuesta a veces, y nos enrosca otra).

pero todo es inevitable, muy a pesar de uno.

Pedro Martín dijo...

Justo iba a destacar esa imagen la del azar del otro, y como todos dependemos de ese azar.

Linda Tano!

jiim dijo...

"Hasta que nos llega el otoño. Y en una tarde un poco descuidada, como hojas, se nos caen las defensas. No se sabe si es el otro el que ha sabido derrumbarlas, o ha sido uno que, con los tendones vencidos, sediento de abrazos y de olvido soltó las riendas y cedió el sincericidio."

Perfecto. Mágico. Real. Deseado.

Fantástico como siempre, como nunca.

jiim dijo...

"Hasta que nos llega el otoño. Y en una tarde un poco descuidada, como hojas, se nos caen las defensas. No se sabe si es el otro el que ha sabido derrumbarlas, o ha sido uno que, con los tendones vencidos, sediento de abrazos y de olvido soltó las riendas y cedió el sincericidio."

Perfecto. Mágico. Real. Deseado.

Fantástico como siempre, como nunca.

m. dijo...

Odio lo incrontrolable.

Jules Pantëre dijo...

Sublime tano, librarnos al azar del otro.
Deporte de alto riesgo que sólo practican los sincericidas.
Otros prefieren callar todas las palabras y contener todos los besos.
Quien puede culparlos, arrojarse a los ojos de alguién que te gusta mucho mucho es morirse un poco.

Anónimo dijo...

"Hasta que nos llega el otoño. Y en una tarde un poco descuidada, como hojas, se nos caen las defensas."



vos sabes muy bien porque recorto esta partecita (no quiero desparramar intimidades por la web)

Tefilina dijo...

... cuanta contradicción siento en lo que no puedo controlar...
Me agobia por un lado...
Me relaja por el otro...
Nunca sé si me voy a encojer de hombros y mirar para otro lado o si se me van a inyectar los ojos en lágrimas y me voy a lastimar el cuero cabelludo pensando en cómo resolverlo.

Mariana dijo...

creemos que ALGO está bajo control, y en realidad lo más lindo es saber que todo es incontrolable, todo es ajeno.

qué lindo sería dejar de usar un poquito la vista y guiarse por otros sentidos. Digo, no se.

pero los románticos siempre necesitamos creer que tenemos disfraces. en realidad se nota todo en general, no? yo no sé mentir mas.