21.5.07

"Lo que se mama"

Lo miro a mi viejo. Lo miro mientras el me instala unas luces en el living. Trepado a una silla, cortando cables. Me pide la pinza. Le cebo un mate. Me dice "da la luz". Momentos despues observa su obra maestra. Los spots recien instalados en el living, resplandecen mas de orgullo que de electricidad. El se sienta, me pide cambiar la yerba. Yo casí como al descuido antes de ir a la cocina pongo play a Piazzola. El tiempo que tardo entre ir, tirar la yerba, reponerla y volver es suficiente para sorprender a mi viejo en un lagrimear parco, que rapidamente carraspea y envuelve en un silencio de aspirar la bombilla.



¿Cuando empecé a parecerme tanto a mi viejo? ¿Cuando adopte, ese nudo en la garganta, esa torpeza en el abrazo? Esa manera tan particular de querer, y de hacerse querer. Ese barrio en los zapatos, esa melancolía dulce, con el ruido del chispear del tranvia. ¿Como me injertó esa infancia de Toddy y radioteatro? ¿Ese orgullo por tener calle y a la vez ese empuje para no quedarme en lo efímero y trivial del día a día?

Esa fragilidad que no se ve. Y que a la vez, deambula, ronda, cada uno de sus pasos. Ese, muuy ocasional "te quiero, boludazo".

Y de fondo Adios nonino, y el tango y el silencio, se hacen complices, de recuerdos, de distancias, de arrepentimientos, de cercanías tan distantes y lejanías tan cercanas. Y Troilo que empuja el lagrimón. Y el stop, que nos encuentra callados.



Silencio.



"¿Viste que bien San Lorenzo?" Y la charla continua haciendose paso a los codazos.

1 opinaron al respecto:

Maya dijo...

Hermoso!