Saltos de tiempo

Me olvidé. Me olvidé que existía este blog. Y entonces este momento, es lo mas parecido a hacer un salto en el tiempo.
Pasaron de largo los meses del 2006. Llegaron los meses del 2007.
Crecí muy de golpe, en todo este tiempo. En 1 semana y media me mudo a vivir solo. Alquilando, es cierto, pero me mudo.

En este tiempo se murió en mí, una adolescencía de altibajos e inestabilidad. Me tomé ciertas licencias, es cierto, le intenté dar mas chances de las que realmente podía darle, pero todo tiene un punto, en donde por mas que uno lo estire, cuando termina, se termina.
Y por mas de que hubo dolorosas decisiones que tomar, dolorosas decisiones que se tomaron por mi; llegué a este Abril del 2007,entero y por sobre todas las cosas con una serenidad y una expectativa inucitadas en mí.
Tuve un pesimo Febrero y un no tan mal Marzo. Febrero fue un mes quiebre, con una desilusión muy grande de por medio. Tuve la guardia baja.
El dolor te hace sentir vivo. Mal que me pese, eso es así. De la desilusión se crece. De la equivocación se crece. Y con el tiempo mi Febrero se transformó en un Marzo que me encontró entendiendo. Y un buen día, con mis 23 ya cumplidos, me desperté y me dieron ganas de abrazarme fuerte, y de seguir adelante. Y es que cuando uno despeja su mirada lo sufciente se da cuenta que lo mas maravilloso que tiene la vida, es que te sorprende todo el tiempo; y la mía tiene la particularidad de mantener siempre un extraño equilibrio. De quitarme aquello que no funciona, asi sea a pesar mio, para regalarme nuevos sueños, nuevas esperanzas, nuevas ilusiones.
Y mi Abril me encuentra reencontrandome con una parte de mi que en mucho tiempo había hecho a un costado, aunque sin desechar muchas cosas que en estos dos ultimos años me fueron creciendo por dentro.
Y en este mix de mi pasado y mi presente, me pregunto: ¿Volveré a olvidarme de este blog? ¿Donde me encontrará mi proxima anotación a esta especie de diario de viaje?
Es justamente ese eterno misterio lo que me enamora de estar vivo. Esa pausa, entre escrito y escrito, que me lleva de viaje por distintas situaciones, ese camino que va apareciendo con cada paso que uno camina.
Cuando uno mira el horizonte y da un paso, este se aleja otro y entonces el horizonte y uno se mantienen eternamente equidistantes. Pero es caminar, no llegar, lo que me asombra y me hace sonreir, cada día nuevo que vivo.