"Visitas"

El tiempo se detiene. Ya lo dije antes. El truco no es muy dificil. Basta con inmortalizar un momento en un escrito, o en una foto y volver a verlo tiempo despues, para lograr el efecto.

Pero tambien, a veces, el tiempo se detiene en la ausencia.

7 años pasaron de la última vez que había visto a mi hermana. Sus ojos me habian visto por última vez, como un adolescente en visperas. Un proyecto de hombre.

Y quizas, no es casual que nos veamos, en un momento en el cual, me veo, casí obligado por mis circunstancias, a transformar ese proyecto en una realidad.

La petisa llegó a Ezeiza con 3 horas de demora. Y cuando finalmente llegó y volviamos por la ruta, miraba Buenos Aires y alcanzó a decir: "Lo increible de volver a mi país es que uno de verdad siente como si no se hubiera ido..." Evidentemente, hay ciertos recuerdos, ciertas momentos, que estan tan profundamente en uno que cuando te reencontras con esos lugares que le dieron vida, sentís que nunca te alejaste.

La entiendo. A mi me pasa lo mismo con ella.

A pesar de la distancia que nos separa, cada una de las veces que vino a Buenos Aires, siento como si nunca se hubiese ido. Siento el olor de esos Domingos a la noche de pastas y merengues con dulce de leche. Las pulseadas con mi cuñado. Y ese "Poty", apodo del que tanto reniego, retoma su vigencia asi sea por los pocos dias que duran su estadía.

Es cierto, esta vez hemos tenido charlas de otro tipo, quizas como dos iguales. Pero no nos resultó extraño. En un punto es casí como si siempre las hubiesemos tenido y esa única charla que pudimos permitirnos fuese una mas de tantas.

Seguramente, una vez mas, cuando se vaya, el tiempo se suspenda, en su mirada y en la mia. Pero a pesar de esta familia un tanto desmembrada que me toca tener, mi hermana, Andy, la de España, esta conmigo siempre, en todos los pasos que doy en la vida.